Existe una razón orgánica por la cual el frío nos afecta tanto, te la cuento!
Es importante saber que no nos duelen los huesos, con el frío lo que sentimos son las articulaciones ya que se contraen los músculos mucho más (los huesos duelen cuando sufren traumatismos) y por otra parte, el frío no desencadena enfermedades reumáticas, otra cosa es que nuestra percepción del dolor conlleve dolor generalizado, pero no la enfermedad en sí misma.
Las personas que sufren dolor crónico si se ven afectadas en invierno, por lo que deben ser más cautas a la hora de salir a la calle.
¿Entonces por qué me duele todo? La razón principal es que disminuye el gasto cardíaco y llega menos sangre a nuestros músculos, por lo que van a estar menos irrigados y menos “sanos” ( de ahí la importancia también de hacer ejercicio!!)
¿Qué puedes hacer?
- Moverte. Haz movimientos articulares, como el calentamiento de un deportista ante una carrera o competición. Esto aumentará el gasto cardíaco.
- Aplícate calor en cuanto puedas en la zona donde sientas más frío y dolor. Manos, pies, zona cervical….
- No pases de 0 grados a 30 de golpe! El cuerpo puede entrar en shock. Los cambios de temperatura deben ser graduales.
- Si vas a salir fuera, abrígate el cuello y los pies. Evita la exposición al frío innecesaria.
Espero haberte ayudado!
Recordarte que estamos para ayudarte, somos profesionales sanitarios formados para atender tus patologías musculoesquéticas! Así que si este invierno aumentan tus dolores, no dudes en llamarnos.